Lo informó Europa Press: Reyna Luisa Tamayo está atormentada. Se lamenta la madre del fallecido preso contrarrevolucionario Orlando Zapata que el denominado Comité Internacional de Rescate que los recibió a ella y sus 12 familiares al llegar a Miami el 9 de junio le comunicó esta semana que su manutención solo duraría cuatro meses. Uff, mala cosa.
La ayuda que ha recibido desde su arribo a Estados Unidos se está «agotando» y actualmente ninguno de los familiares que viajó con ella tiene trabajo para garantizar el sustento en un futuro próximo.
Tamayo pisó suelo estadounidense con los restos de su hijo junto a 12 familiares. Decidió partir «huyendo de la represión» en Cuba y tal vez imaginó que allá era como «coser y cantar». A su llegada: fotos, recibimientos, poses ante cámaras….el Comité ubicó a todos sus parientes en cuatro apartamentos, pero Tamayo asegura que, debido al alto costo del alquiler, la ayuda que la organización tenía asignada para ellos «se está acabando».
Se está acabando, como mismo languidecen las fotos, las cámaras y las poses preparadas. Ahora Reyna Luisa y su prole se han visto obligados a buscar un nuevo lugar donde vivir, más económico, «para poder estirar el dinero de la ayuda que todavía queda».
El alquiler que pagan por cada uno de los apartamentos es de mil 295 dólares (908 euros) sin incluir ninguno de los servicios, según reveló ella en declaraciones telefónicas a la agencia noticiosa.
Narra que el grupo de rescate les garantizó financiación para un plazo de seis meses, pero los cálculos fueron errados porque en la mala nueva les advierten que «a duras penas podrían sostener su manutención por un máximo de cuatro meses».
«La ayuda se ha ido en esas rentas tan altas y queremos encontrar algo barato para que nos dure un poquito más el dinero», comentó Reyna Luisa y eso la tiene «muy atormentada» por el futuro que le depara a ella y a su familia, que no ha podido encontrar un trabajo, en momentos que Estados Unidos atraviesa una de las peores crisis económicas de las últimas décadas. Realmente desde estar acordándose que no conocía de esos dolores de cabeza allá en su natal Banes.
Pero Tamayo se irá a Washington a contar sus «penas» ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que preside la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, más conocida como la loba feroz. El martes abordará su vuelo. Ya tiene el boleto. Necesita además hablar rápido con » los congresistas la situación actual de esta familia en Estados Unidos» y bla, bla,bla…
Sobre todo eso «contar a los congresitas» a ver si s conmueven y aumentan las «cuentas» para seguir viviendo, pues no creo que le resulte marchar con un gladiolo, vestida de blanco por las calles de Miami. Hay un viejo refrán que reza «a quien no quiere caldo, le dan dos tazas» y por alguna razón lo recuerdo ahora.